jueves, 9 de abril de 2015

IU opta por un modelo de confluencia sin renuncias ni exclusiones

El Consejo Local de Izquierda Unida en Sevilla, máximo órgano de dirección entre Asambleas, ampliado a las y los coordinadores de todas las asambleas de distrito, se reunió en la tarde noche de ayer para analizar la situación de los espacios de confluencia en los que nuestra fuerza política viene participando para adoptar una posición sobre el modelo de convergencia en nuestra ciudad.
- En primer lugar, cabe decir que este Consejo Local no eludió ningún tipo de debate ni de hipótesis, dentro de las opciones de convergencia que tienen cabida en los parámetros marcados por los órganos superiores –federales, andaluces o provinciales- y los estatutos de Izquierda Unida.

- IU sigue apostando y trabajando por la confluencia política, social y electoral en Sevilla con el objetivo de avanzar en la construcción de un nuevo modelo de ciudad para un nuevo proyecto de país, con democracia real y participativa, y una nueva economía al servicio de la mayoría social.
- Entiende el Consejo Local, conforme a lo aprobado por el Consejo Andaluz de IU, que en este proceso de convergencia, las fuerzas políticas y sociales son activos fundamentales que no se tienen que disolver ni esconderse y que, por tanto, la unidad popular ha de conformarse sobre la base de fortalecer lo ya organizado y de organizar lo que aún no lo está, proporcionando a la sociedad interlocutores reales, presentes en el conflicto social y con criterio político colectivo.
- Izquierda Unida, tras el verano, inició un proceso de relaciones con otras fuerzas políticas, sociales o ciudadanas que comparten los suficientes elementos en común como para realizar ese recorrido.
- Como se recordará, el conjunto de nuestra organización aprobó trabajar por la convergencia para conseguir una coalición electoral real, siguiendo el modelo de “Guanyem Barcelona”. Esta ha sido la posición que hemos mantenido en todo el proceso dentro de Ganemos Sevilla, con absoluta honestidad, transparencia y coherencia, promoviendo desde el principio el consenso para preservar de la confrontación el trabajo en común que se ha venido desarrollando hasta la fecha. En consecuencia, valoramos muy positivamente esta experiencia y consideramos que el balance ha sido enriquecedor.
- En definitiva, lo que defendemos es una candidatura de unidad, donde se respeten las identidades de cada uno para que la gente sepa lo que vota y quiénes conforman esa lista. Y, en ese sentido, hemos tenido la oportunidad de contactar con buena parte del espectro político y social sevillano, comprometido con la transformación de la ciudad, para avanzar en la construcción de alianzas sobre la base de un programa común y el respeto a la pluralidad y la diversidad.
-  Esta coincidencia en lo político o social tendrá continuidad, aún tras las elecciones, en los casos en los que no haya sido posible la confluencia electoral. Para estos inmediatos comicios ya se han alcanzado acuerdos con algunas fuerzas políticas y con agentes sociales y líderes vecinales que habrán de reflejarse en la candidatura para el 24 de mayo.
- Más allá de estos acuerdos, el Consejo Local de IU apuesta por continuar trabajando, tras las elecciones municipales, con el horizonte de lograr un frente de unidad popular que posibilite ampliar la política de alianzas.
- El Consejo Local está convencido de que Sevilla necesita desalojar al Partido Popular del gobierno de la ciudad como primer paso para cambiar nuestro modelo de convivencia y situar en el centro de la acción institucional la lucha contra la desigualdad y la democracia real
- En este camino, estamos convencidos de que coincidimos, incluso con aquellos con los que aún no ha sido posible la convergencia electoral pero con quienes no renunciamos a seguir profundizando para lograr que Sevilla cambie de rumbo y ponga sus miras en el pleno empleo y la justicia social, en la ciudad habitable y sostenible, en la igualdad, en los servicios públicos y de calidad, en la lucha contra la corrupción, en la transparencia y la democracia participativa. Todo ello sumando fuerzas y acumulando iniciativas desde la generosidad recíproca, pero también desde el respeto a la identidad de cada uno de los agentes participantes en este ilusionante y permanente proceso de convergencia.

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