El
28 de febrero salimos a la calle, donde conformamos y multiplicamos la
fuerza de la gente, con una movilización de protesta pero también con la
convicción de que hay otra salida de la crisis desde la inclusión
social, el fortalecimiento de los servicios públicos y la intervención
democrática de la economía.
La
derecha territorial, la derecha política y la económica, de la mano de
los poderes que conforman la Troika (Comisión Europea, Banco Central
Europeo y Fondo Monetario Internacional) se afana en eliminar o recortar
las conquistas sociales de muchos años de lucha. El neoliberalismo no
tiene límites y arremete contra derechos laborales, salariales, de
género, de las pensiones o los servicios públicos.