Si no se puede salir del euro y de la actual UE, vamos a decirlo claro: entonces no es posible la izquierda en Europa
Hay tierra debajo de los pies fuera de esa actual Europa diseñada por el sistema financiero y los mercados, herederos de los intereses oligopólicos del carbón y el acero. Puede sentirse un cierto vértigo, vale, pero vamos a ver: si no es posible salir de esa Europa fortaleza que habla de libertad y pone vallas, si no es posible respirar fuera de un Banco Central que te presta tu propio dinero al 9%, si no es posible cambiar la cara y la cruz de una moneda que devalúa vidas y futuros, que ahoga pero no aprieta, entonces es que nos hemos convertido en otra cosa. Y aquí no vale esa suerte de pornografía política que tranquiliza a la gente repitiendo que si ganamos seguirá saliendo el agua por los grifos (no pasa nada; es decir, si nacionalizamos las eléctricas no pasa nada, ¿o es que no se piensa seriamente en rescatarlas?), o que dice que lo que quieren los ciudadanos es que sigan saliendo euros por los cajeros automáticos y a eso hay que adaptarse.
Si no se puede salir del euro y de la actual UE, vamos a decirlo claro: entonces no es posible la izquierda en Europa. Y quizás sea ese el mensaje que nos han querido mandar a través de la rendición de Tsipras.