En un momento excepcional, el discurso y la acción del Partido Comunista
de España debe ser excepcional. Por lo que el XIX Congreso del PCE hace
un llamamiento a la movilización y a la conflictividad, intentando
aglutinar a la mayoría social y elevando su nivel de conciencia. Hacemos
un llamamiento a la ciudadanía para que defienda una democracia social,
económica y política que haga al pueblo depositario de la soberanía
plena.
El compromiso del PCE con la construcción de un proceso constituyente,
parte de la denuncia de la hipocresía de las fuerzas que llevan años
desmantelando la Constitución del 78 porque les viene grande, porque les
sobran los derechos que reconoce, aunque sea sólo de forma simbólica,
porque han introducido, el artículo 135 que pone toda nuestra economía
al servicio de la banca.
Frente a este intento de imponer una salida antisocial a la crisis, el
XIX Congreso del PCE no asume la derrota y con toda claridad proclama su
rechazo a cualquier Pacto de Estado que pretenda asegurar la
restauración en una democracia limitada y secuestrada, para que la
oligárquica blinde los intereses del capital para los próximos cuarenta
años. Los comunistas no vamos a facilitar a la monarquía una transición
pactada, sino al contrario, cada vez con más fuerza, situamos la lucha
por la III República.