La Plaza Nueva de Sevilla fue la tarde noche de ayer, dos de junio, el escenario de la expresión popular reclamando el advenimiento de la III República y el fin de la monarquía como forma de estado. Desde que por la mañana se conociera el anuncio de la abdicación del todavía rey, la movilización estaba cantada y asegurada. En pocas horas corrió como un calambre por todas las ciudades españolas y caló profundamente el mensaje entre cientos de miles de ciudadanos que exigieron anoche ser consultados a través de la fórmula de Referéndum para poder elegir entre Monarquía o República, entre ser súbditos o ser ciudadanos.
En esta ocasión se vieron por Plaza Nueva muchísimas personas, de las que nos vemos siempre, -por supuesto el PCA e Izquierda Unida- pero llamó poderosamente la atención la cantidad de familias enteras, gente destilando dignidad con insignias y banderas republicanas, pero, y sobre todo, gente joven, mucha gente muy joven, lo cual llena de esperanza este mes convertido ya por derecho en el junio republicano del siglo XXI.
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