“Porque es necesario, hagámoslo posible”
Vivimos unos tiempos sociales en los
que lo anterior no acaba de morir y lo que viene no termina de nacer.
El sistema capitalista, en su versión política española, bipartidista y
monárquico, agoniza y necesita para respirar arrebatar a la mayoría de
las personas el oxígeno que permite el derecho a una vida digna. Ha
degradado lo público -que es de todos y de todas- porque necesita
alimentar a los poderosos que se nutren de la pobreza. La corrupción
forma parte de ese sistema que se agota, donde cada caso que aflora
supera escandalosamente a los anteriores y, aún así, siguen asombrando y
sorprendiendo a la capacidad de indignación de la inmensa mayoría.
Por eso los servicios esenciales, la
sanidad, la educación, los servicios públicos, -en la ciudad y en el
país- están en el punto de mira de las grandes multinacionales que se
frotan las manos porque saben que pueden corromper y conocen a quienes para conseguir su indisimulado objetivo: que hasta
el aire para respirar termine siendo de pago y que ya estarán ellos
para compensar a aquellos que trasvasen al ámbito privado el patrimonio
de todos y de todas.
El DERECHO AL TRABAJO se
ha convertido en un bien escaso, en manos exclusivas de las empresas
privadas ante el abandono incomprensible del poder público para
intervenir y así corregir la enorme asimetría favorable al empresario
frente al trabajador. El resultado de esa renuncia no puede ser más
descorazonador: tener trabajo hoy en día no es suficiente razón para
evitar la pobreza y la exclusión. Tener vivienda hoy en día no asegura
que se podrá tener mañana y no deja hacer planes de estabilidad y de
proyectos personales presentes o futuros. Tener hoy pan no significa que
no puede faltar mañana. Combatir pues el paro es la primera tarea
porque es la antesala de la pobreza y la pobreza es la antesala de la
exclusión.
La inclusión de todos y todas en las sociedades civilizadas y solidarias, tal y como proponemos, deben contar con la existencia de una RENTA BÁSICA que garantice a las personas salir de la exclusión y dignificar sus vidas.
Estamos ante un momento de emergencia
económica y social que requiere de la habilidad e inteligencia de todas
las fuerzas de la mayoría social para construir, desde la UNIDAD POPULAR, un escenario de esperanza y de futuro colectivo.
En este contexto se presentan unas
Elecciones Municipales vitales en mayo del próximo año. Estos comicios
deben ser el revulsivo para provocar una quiebra definitiva con el
modelo anterior y abrir paso a una revolución democrática y popular que
ponga las bases ciudadanas para los cambios necesarios y posibles en los
siguientes procesos generales. Y Sevilla debe jugar un papel destacado
en la estrategia democrática del nacimiento de lo nuevo que nos anuncia
ya, con la unidad popular, su imparable llegada constituyente.
De ahí la importancia de sumarnos entre quienes, desde la coincidencia en los objetivos de las Marchas de la Dignidad y las movilizaciones del 22M, hemos
entendido la convergencia y la confluencia de sectores, organizaciones
sociales, políticas y ciudadanas como la única estrategia capaz de
conseguir la liberación de esos yugos y cadenas que nos impone el
sistema caduco a derrotar.
Porque traducir a lenguaje de ciudad el lema combativo de “PAN, TECHO y TRABAJO” significa
dar, sin vacilaciones, el poder al pueblo. Y que el pueblo -con
fórmulas sinceramente participativas y democráticas- sea quien disponga
para su desarrollo de la economía. Que sea el pueblo el que disponga de
los SERVICIOS PÚBLICOS para que cubran las necesidades
básicas de la mayoría de la población y que estos estén en las manos
públicas, las de sus dueños legítimos, para evitar que sean una
mercancía con la que comerciar los valores indeclinables e innegociables
para la calidad de la vida de las personas.
Abramos un nuevo tiempo en el que la VIVIENDA sea un derecho y resulte imposible que pueda haber gente sin casa por razones económicas mientras algunos se enriquecen con la necesidad.
Comencemos una etapa en la que esté garantizado el MÍNIMO VITAL que proporcione la seguridad alimentaria para contar con la energía o con el agua como bienes imposibles de arrebatar.
Consolidemos Sevilla como la REFERENCIA MEDIOAMBIENTAL del
sur del sur de Europa promoviendo la sostenibilidad en la movilidad y
en el urbanismo para que, desde lo local, impidamos la muerte acelerada
del planeta.
Hagamos de la IGUALDAD una
bandera que reivindique la verdadera democracia entre hombres y
mujeres, erradiquemos la violencia de género e impidamos la brecha
salarial que separa y discrimina.
Recuperemos en Sevilla la CULTURA y el DEPORTE para
que sirvan al interés general, y no a la obtención del beneficio
privado, y para que la calidad de vida y la salud de las personas sean
los únicos motores que rijan su impulso y desarrollo.
Declaremos Sevilla como una ciudad ABIERTA, donde el CIVISMO y la COOPERACIÓN sean
las normas que marquen la convivencia entre sus gentes; donde ningún
ser humano sea ilegal; y donde la migración sea contemplada como un
fenómeno enriquecedor de nuestra propia diversidad.
Construyamos, en definitiva, entre todas las organizaciones, los partidos y la ciudadanía el PODER POPULAR
suficiente para levantar sobre estas bases de justicia, democracia y
solidaridad un nuevo proyecto de ciudad para un nuevo proyecto de país.
Sevilla, 8 de noviembre de 2014
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