Hoy se cumplen 80
años del golpe militar-fascista, organizado por una conspiración de sables y
sotanas, de la banca, los terratenientes, los caciques y la gran burguesía,
contra el gobierno democrático de la IIª República Española.
Desde el primer
momento del golpe militar, los sublevados impusieron un régimen planificado de
terror, asesinando a miles de personas y convirtiendo a España en una inmensa
cárcel, imponiendo una dictadura fascista que habría de durar cuarenta años, y
que se continuó en la Monarquía encarnada en el sucesor designado por el
dictador.
Han pasado 80
años, y ni uno solo de los crímenes de la dictadura ha sido juzgado. Por el
contrario, el Poder Judicial de la Monarquía -continuador del aparato judicial
franquista sin depuración alguna- ha establecido la impunidad de los criminales
y avalado las farsas de juicios militares, cuya nulidad, como la de todas las
causas del franquismo contra los luchadores por la libertad, seguimos
exigiendo. Cientos de miles de hombres y mujeres siguen “desaparecidos”,
enterrados en fosas comunes y cunetas, mientras los verdugos dan su nombre a
calles y plazas y siguen recibiendo honores.
Se ha llegado a
la trágica paradoja de tener que recurrir a tribunales de Argentina para pedir
justicia ante esos crímenes franquistas cometidos en nuestro país.
Por eso hoy, 18
de julio de 2016, vamos más allá de rendir homenaje a los hombres y mujeres que
en 1936, en defensa de sus ideales de democracia, de libertad y de revolución
social, defendieron con las armas la república frente al golpe militar-fascista,
así como a todos los militantes antifranquistas.
Además, ante este
monolito, erigido junto a las murallas ante las que, en 1936, cientos de
hombres y mujeres fueron asesinados por la barbarie fascista organizada por el
general Queipo de Llano, exigimos el fin de la impunidad franquista.
A nuestro juicio,
eso sólo es posible restableciendo la democracia social y política, acabando
con el aparato judicial y con todo el régimen heredero del golpe militar de
1936 , abriendo la vía a la República. Una lucha que es inseparable del combate
por la defensa de los derechos políticos y las conquistas sociales.
Rendimos homenaje
a los luchadores de antaño porque luchamos contra los herederos de sus
verdugos, en defensa de nuestras conquistas sociales, de los servicios
públicos, de la democracia, que quieren robarnos de nuevo.
Ante este lugar,
que representa hoy todas las tumbas de los luchadores y luchadoras
antifascistas de 1936 y de los años de la dictadura, afirmamos solemnemente:
Quienes pretenden acabar con todos nuestros derechos ¡No pasarán!
¡VIVA
LA REPÚBLICA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pronto el moderador verá su comentario y si no es ofensivo, se publicará