Una vez que se ha hecho pública la sentencia sobre la venta de los suelos de Mercasevilla, en la que nuestro camarada Antonio Rodrigo Torrijos ha quedado absuelto de todos los delitos que se le imputaban, desde el Partido Comunista de Andalucía (PCA) en Sevilla ciudad señalamos lo siguiente:
- Mostrar nuestra tremenda satisfacción por un fallo que pone a cada uno en su sitio y evidencia, de forma nítida y contundente, cuan infundadas e injustificadas eran las graves acusaciones que, durante más de 8 años, Torrijos ha tenido que sufrir en un marco de completa indefensión y de brutal linchamiento hacia su persona.
- Manifestar nuestra indignación por la tardanza con que se ha desarrollado todo este proceso judicial y, muy especialmente, una instrucción absolutamente inquisitorial, en muchos aspectos absurda y surrealista, que le han ocasionado un daño político, moral y personal irreparable a nuestro camarada.
- Como ya decíamos cuando la jueza Alaya imputó a Torrijos, casualmente pocos días antes de que arrancase la campaña electoral de 2011, si de algo ha sido culpable nuestro camarada, a lo largo de su trayectoria personal y política, es únicamente “de su honestidad, coherencia y compromiso con sus ideas”.
- Hoy como ayer, reiteramos nuestro apoyo y reconocimiento a Torrijos por la firmeza y valentía con que hasta ahora ha defendido las posiciones de su partido, razones por las que la derecha política, mediática y económica de la ciudad siempre quiso quitárselo de en medio a cualquier precio.
- Esta sentencia no sólo demuestra que llevábamos razón cuando decíamos que Torrijos era inocente y que su actuación en la adjudicación de aquellos suelos siempre estuvo orientada a defender el interés general y evitar la especulación. También confirma que no nos equivocábamos cuando denunciábamos la cacería política, mediática y judicial promovida contra IU y sus cargos públicos, por el PP y poderosos sectores de la ciudad, para sacarnos del gobierno local e impedir que siguieran abriéndose paso en Sevilla políticas transformadoras y de izquierdas.
- Hay que decir, en este sentido, que el caso de Torrijos no se puede aislar del de otros ex concejales comunistas de IU en el Ayuntamiento de Sevilla como Lolo Silva, Josefa Medrano o Carlos Vázquez. Ellos también fueron víctimas de esta mezquina y ruin estrategia política, encabezada por el hoy ministro del Interior –y juez de profesión-, Juan Ignacio Zoido, y por quien se perfila actualmente para ser el próximo candidato del PP a la Alcaldía de Sevilla, Beltrán Pérez.
- Los camaradas mencionados también padecieron en el pasado duros procesos judiciales, en los que se les atribuían, sin base alguna, múltiples y graves delitos de corrupción de los que salieron siempre absueltos, pagando con ello un coste político y personal irreversible.
- Nos preguntamos cómo se repara el daño causado a estos camaradas y a nuestro proyecto político. ¿Cómo se restaura el honor personal? ¿Cuántas portadas y titulares gruesos habrán de dedicarse para compensar y restablecer los perjuicios ocasionado?. La respuesta es evidente: no se puede.
- La sociedad en general, y la sevillana en particular, no se merece este abuso constante de la administración de justicia para fines políticos. Reiteramos nuestro desprecio a ese método y nuestro rechazo a que los tribunales sean utilizados de manera bastarda para ensuciar la acción política.
- Por último, exigimos al PP unas disculpas públicas y la asunción de responsabilidades políticas por el vergonzoso papel desempeñado en todos estos procesos judiciales que han quedado en nada. Es lo menos que pueden hacer si tienen aún un mínimo de dignidad y decencia democrática, algo que dudamos.
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