Hay que detener a los herederos de la jauría hitleriana
Servicio de prensa del PCFR
Traducido del ruso por Íñigo Aguirre/ via Republica.es
La actividad del Partido Comunista de Ucrania ha sido oficialmente prohibida por un juzgado. Para todos aquellos que creen en los ideales de libertad, igualdad y amistad entre los pueblos, para aquellos que recuerdan las lecciones de la historia, lo sucedido solo puede significar una cosa: la dictadura fascista en Kiev ha terminado de tomar forma. En el mapa de Europa ha aparecido un Estado, cuyos dirigentes son herederos ideológicos de la jauría hitleriana. Las consecuencias pueden ser profundamente trágicas para todo el mundo y en especial para Europa.
Este cínico paso dado por el gobierno ucraniano no resulta inesperado. El golpe perpetrado en Kiev en 2014, destilaba un más que evidente matiz parduzco. Fue ejecutado de manos de aquellos quienes abiertamente declaran su apego por el ideario fascista. Durante la carnicería cometida en el Donbás, la Junta de Kiev ha demostrado un amplio repertorio de acciones impregnadas del odio que destila: terror contra la población civil, torturas y asesinatos en masa.
El gobierno ilegítimo ucraniano, siguiendo el sendero trazado por los nazis alemanes, intentó repetidamente prohibir al Partido Comunista. Ello encontró la resistencia de jueces honestos y responsables, así como de muchos representantes de la sociedad civil. Gente valiente, que arriesgando su seguridad personal no se sometieron a la voluntad de los radicales embrutecidos. Pero el permanente apoyo político de los EE.UU. y de sus cómplices de la OTAN, han convencido a aquellos que usurparon el poder en Ucrania de su absoluta impunidad. El régimen banderista de Kiev ha ido de manera consecutiva limitando la actividad de los comunistas, alentando el derribo de monumentos de la época soviética, prohibiendo los símbolos comunistas, hasta que por fin ha conseguido la prohibición ilegal del PCU.
El Partido Comunista de Ucrania ha defendido de forma abnegada a los ucranianos de a pie, a quienes el golpe ha dejado en la miseria e indefensión. Ha estado defendiendo los ideales de hermandad y amistad entre los pueblos ruso y ucraniano, mientras los fanáticos descerebrados se desgañitaban gritando “nunca seremos hermanos”. Precisamente por ese motivo el PCU se ha visto en la mira de los ataques del gobierno de Kiev. El fascismo siempre que se ha hecho con el poder, ha comenzado prohibiendo la actividad del Partido Comunista y persiguiendo a los patriotas honestos y valientes.
Hoy todas las fuerzas sanas del planeta deben salir en defensa de los comunistas ucranianos, cuya libertad y vida se ve amenazada. No puede haber dudas en que tras la prohibición del Partido Comunista, la Junta de Kiev intentará desatar el terror individual. Ya ha demostrado en más de una ocasión que es muy capaz de ello como ha quedado demostrado en el “Jatyn” de Odesa y con los asesinatos políticos y el genocidio ejecutado en el Donbás. No podemos permitir que se produzcan nuevas tragedias.
Hacemos un llamamiento a los dirigentes de los países de la Unión Europea: Ustedes que tanto alardean de la inmutabilidad de los derechos humanos ¿no creen que ha llegado la hora de poner freno a un gobierno ucraniano que ha rebasado ya todos los límites? A fin de cuentas ya es un hecho palpable que saben cómo imponer su voluntad a Kiev. Demuestren con hechos su disposición a erigirse en defensores de los auténticos derechos y libertades civiles.
Al mismo tiempo el Presídium del CC del PCFR quiere remarcar, que hay una serie de políticos de los EE.UU. y la UE que son directamente corresponsables del actuar de los fascistas de Kiev. Estos señores están al servicio de las fuerzas del globalismo, y azuzan de forma consciente buscando como propagar un incendio bélico, con la esperanza de hacer frente con su ayuda a la crisis económica para así consolidar su supremacía política. Se merecen compartir responsabilidad con los radicales fascistas en un inevitable juicio histórico.
El Presídium del CC del PCFR quiere llamar la atención sobre el hecho de que la prohibición del Partido Comunista ucraniano, apenas está teniendo cobertura informativa en los medios de comunicación rusos. Consideramos que es una situación intolerable. No tenemos ninguna duda: los admiradores de la ideología liberal reaccionaria simpatizan abiertamente con la Junta de Kiev como ya ha quedado más que demostrado por los endemoniados como Ganapolski. Sin embargo estamos convencidos de que la mayoría piensa de otro modo. Cualquier periodista que se digne de serlo, está obligado a alzar su voz en defensa de aquellos que ven hoy como son violados sus derechos y libertades del modo más cínico y cuyas vidas están bajo amenaza.
El Presídium del CC del PCFR se dirige al Presidente y al Jefe de Gobierno de Rusia con un llamamiento a mantener una postura activa y confirmar su fidelidad al legado de nuestros padres y abuelos, vencedores del fascismo. Es necesario prestar un apoyo total a las repúblicas del Donbás y resolver la cuestión de su reconocimiento oficial: Es un tema este que ha madurado hace ya tiempo y en el que el PCFR lleva insistiendo desde 2014.
Rusia dispone de potentes palancas para ejercer presión sobre Poroshenko y su muchachada embrutecida. Si no utilizamos la presión política hoy, mañana nos tocará defender el país con las armas en la mano frente a los fanáticos banderistas.
La nueva ofensiva de las fuerzas profascistas amenaza con incendiar hoy todo el mundo y Europa en particular. El PCFR llama a las fuerzas progresistas de todos los países a alzar su voz en defensa del Partido Comunista de Ucrania, en respaldo de las más elementales normas democráticas. Hoy todavía estamos a tiempo de detener a los continuadores de la jauría hitleriana. El PCFR llama a todas las gentes honestas a unirse para enfrentar a los nuevos incendiarios de la guerra. Un peligro este no menos amenazador que el terrorismo internacional.
Defendamos a los comunistas ucranianos. Detengamos el neofascismo.
Presidente del CC del PCFR.
G. A. Ziugánov
Servicio de prensa del PCFR
Traducido del ruso por Íñigo Aguirre/ via Republica.es
La actividad del Partido Comunista de Ucrania ha sido oficialmente prohibida por un juzgado. Para todos aquellos que creen en los ideales de libertad, igualdad y amistad entre los pueblos, para aquellos que recuerdan las lecciones de la historia, lo sucedido solo puede significar una cosa: la dictadura fascista en Kiev ha terminado de tomar forma. En el mapa de Europa ha aparecido un Estado, cuyos dirigentes son herederos ideológicos de la jauría hitleriana. Las consecuencias pueden ser profundamente trágicas para todo el mundo y en especial para Europa.
Este cínico paso dado por el gobierno ucraniano no resulta inesperado. El golpe perpetrado en Kiev en 2014, destilaba un más que evidente matiz parduzco. Fue ejecutado de manos de aquellos quienes abiertamente declaran su apego por el ideario fascista. Durante la carnicería cometida en el Donbás, la Junta de Kiev ha demostrado un amplio repertorio de acciones impregnadas del odio que destila: terror contra la población civil, torturas y asesinatos en masa.
El gobierno ilegítimo ucraniano, siguiendo el sendero trazado por los nazis alemanes, intentó repetidamente prohibir al Partido Comunista. Ello encontró la resistencia de jueces honestos y responsables, así como de muchos representantes de la sociedad civil. Gente valiente, que arriesgando su seguridad personal no se sometieron a la voluntad de los radicales embrutecidos. Pero el permanente apoyo político de los EE.UU. y de sus cómplices de la OTAN, han convencido a aquellos que usurparon el poder en Ucrania de su absoluta impunidad. El régimen banderista de Kiev ha ido de manera consecutiva limitando la actividad de los comunistas, alentando el derribo de monumentos de la época soviética, prohibiendo los símbolos comunistas, hasta que por fin ha conseguido la prohibición ilegal del PCU.
El Partido Comunista de Ucrania ha defendido de forma abnegada a los ucranianos de a pie, a quienes el golpe ha dejado en la miseria e indefensión. Ha estado defendiendo los ideales de hermandad y amistad entre los pueblos ruso y ucraniano, mientras los fanáticos descerebrados se desgañitaban gritando “nunca seremos hermanos”. Precisamente por ese motivo el PCU se ha visto en la mira de los ataques del gobierno de Kiev. El fascismo siempre que se ha hecho con el poder, ha comenzado prohibiendo la actividad del Partido Comunista y persiguiendo a los patriotas honestos y valientes.
Hoy todas las fuerzas sanas del planeta deben salir en defensa de los comunistas ucranianos, cuya libertad y vida se ve amenazada. No puede haber dudas en que tras la prohibición del Partido Comunista, la Junta de Kiev intentará desatar el terror individual. Ya ha demostrado en más de una ocasión que es muy capaz de ello como ha quedado demostrado en el “Jatyn” de Odesa y con los asesinatos políticos y el genocidio ejecutado en el Donbás. No podemos permitir que se produzcan nuevas tragedias.
Hacemos un llamamiento a los dirigentes de los países de la Unión Europea: Ustedes que tanto alardean de la inmutabilidad de los derechos humanos ¿no creen que ha llegado la hora de poner freno a un gobierno ucraniano que ha rebasado ya todos los límites? A fin de cuentas ya es un hecho palpable que saben cómo imponer su voluntad a Kiev. Demuestren con hechos su disposición a erigirse en defensores de los auténticos derechos y libertades civiles.
Al mismo tiempo el Presídium del CC del PCFR quiere remarcar, que hay una serie de políticos de los EE.UU. y la UE que son directamente corresponsables del actuar de los fascistas de Kiev. Estos señores están al servicio de las fuerzas del globalismo, y azuzan de forma consciente buscando como propagar un incendio bélico, con la esperanza de hacer frente con su ayuda a la crisis económica para así consolidar su supremacía política. Se merecen compartir responsabilidad con los radicales fascistas en un inevitable juicio histórico.
El Presídium del CC del PCFR quiere llamar la atención sobre el hecho de que la prohibición del Partido Comunista ucraniano, apenas está teniendo cobertura informativa en los medios de comunicación rusos. Consideramos que es una situación intolerable. No tenemos ninguna duda: los admiradores de la ideología liberal reaccionaria simpatizan abiertamente con la Junta de Kiev como ya ha quedado más que demostrado por los endemoniados como Ganapolski. Sin embargo estamos convencidos de que la mayoría piensa de otro modo. Cualquier periodista que se digne de serlo, está obligado a alzar su voz en defensa de aquellos que ven hoy como son violados sus derechos y libertades del modo más cínico y cuyas vidas están bajo amenaza.
El Presídium del CC del PCFR se dirige al Presidente y al Jefe de Gobierno de Rusia con un llamamiento a mantener una postura activa y confirmar su fidelidad al legado de nuestros padres y abuelos, vencedores del fascismo. Es necesario prestar un apoyo total a las repúblicas del Donbás y resolver la cuestión de su reconocimiento oficial: Es un tema este que ha madurado hace ya tiempo y en el que el PCFR lleva insistiendo desde 2014.
Rusia dispone de potentes palancas para ejercer presión sobre Poroshenko y su muchachada embrutecida. Si no utilizamos la presión política hoy, mañana nos tocará defender el país con las armas en la mano frente a los fanáticos banderistas.
La nueva ofensiva de las fuerzas profascistas amenaza con incendiar hoy todo el mundo y Europa en particular. El PCFR llama a las fuerzas progresistas de todos los países a alzar su voz en defensa del Partido Comunista de Ucrania, en respaldo de las más elementales normas democráticas. Hoy todavía estamos a tiempo de detener a los continuadores de la jauría hitleriana. El PCFR llama a todas las gentes honestas a unirse para enfrentar a los nuevos incendiarios de la guerra. Un peligro este no menos amenazador que el terrorismo internacional.
Defendamos a los comunistas ucranianos. Detengamos el neofascismo.
Presidente del CC del PCFR.
G. A. Ziugánov
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