En febrero de 1962, mediante la proclama presidencial 3447, el
presidente John F. Kennedy implantaba formalmente el bloqueo total al
comercio a Cuba, la medida tenía antecedentes cercanos, pues desde
febrero 1959 EEUU había comenzado a aplicar medidas de guerra económica a
la Revolución Cubana, tales como la retiradas de créditos bancarios, la
restricción a la exportación de combustibles, la prohibición de
exportación de cualquier mercancía norteamericana a excepción de
alimentos, medicinas y equipos médicos o la ruptura de relaciones
diplomáticas y las posteriores maniobras para que el resto de países del
continente americano hiciesen lo propio respecto a la Cuba
Revolucionaria.
La medida impulsada por Kennedy iba a prohibir cualquier tipo de
intercambio económico entre Cuba y EEUU, prohibiéndose la entrada en
territorio norteamericano de cualquier producto que elaborado total o
parcialmente con productos de origen cubano, en 1963 se prohibieron
todas las transacciones con Cuba y se congelaron los valores del Estado
cubano dentro de territorio estadounidense; y en mayo de 1964 el
Departamento de Comercio norteamericano implantó la prohibición total de
embarques de alimentos y medicinas a Cuba, aunque en la práctica éstas
ya no se efectuaban.
El entramado legal del bloqueo contra Cuba seguiría completándose en
los años y décadas siguientes, recrudeciéndose en la década de los 90
con las leyes Helms-Burton y Torricelli, que extienden las medidas a
terceros países y empresas que comercien con Cuba, contra los que se
toman medidas de diversa índole desde las fuertes multas, hasta el
cierre del mercado norteamericano, en un intento de asfixiar
económicamente a la mayor de las Antillas tras la desaparición del
bloque socialista, su principal socio comercial en ese momento.
El Bloqueo Económico, Financiero, Diplomático y Cultural contra Cuba
seguiría desarrollándose posteriormente, impidiendo, por ejemplo el
libre acceso a Internet y se culminaría con el conocido como “Plan Bush
de Asistencia a Una Cuba Libre” una hoja de ruta anexionista que
pretendía diseñar una Cuba capitalista y donde se contemplaba un
ambicioso plan de privatizaciones a favor de las transnacionales
norteamericanas y del exilio batistiano cubanorteamericano.
La política del Bloqueo contra Cuba, fracasada en su intento de
subvertir el orden revolucionario, ha causado un impacto enorme en la
economía cubana 191 192 millones de dólares, así como invaluables daños
humanos, con incidencia en todos los sectores de la sociedad cubana.
El bloqueo obstaculiza la compra de materiales educativos para la
infancia cubana, dificulta la adquisición de material médico y
quirúrgico de última generación, impide la formación de profesionales y
científicos cubanos, trata de evitar el intercambio cultural y
científico, traba el desarrollo industrial y económico de Cuba, permite
el robo de marcas y patentes cubanas registradas, persigue las
transacciones económicas de los organismos y empresas cubanas y supone
una serie amenaza para el sector agrícola y ganadero cubano, en su
intento de provocar “hambre y sufrimiento” a la mayor de las Antillas.
La política del Bloqueo, reconocida por el propio presidente Barack
Obama, como un fracaso de la política exterior norteamericana, sigue
vigente en la actualidad, a pesar de las propias declaraciones del
citado presidente, que apenas se han traducido en unas pocas medidas
concretas que no han supuesto un cambio significativo alguno.
Sin ir más lejos, la entidad bancaria francesa Credit Agricole era
multada en octubre pasado con casi 800 millones de dólares por operar
transacciones bancarias donde participaba Cuba.
Por todo ello, el Comité Local del PCA en Sevilla quiere manifestar
su profunda solidaridad y admiración con el abnegado pueblo cubano y su
gloriosa Revolución que no solo ha sabido resistir con dignidad y
orgullo a la agresión continuada de 54 años de bloqueo económico y
financiero, sino que además ha sido capaz de construir una prospera y
saludable sociedad, única en el mundo capaz de combinar un alto índice
de desarrollo humano, que crecimiento económico, sostenibilidad medio
ambiental y un alto grado de justicia social y participación
democrática, ejes en los que Cuba sustenta se modelo revolucionario y
socialista.
De igual forma, expresamos la necesidad de poner fin al bloqueo
norteamericano de inmediato, una agresión ilegitima y fracasada contra
Cuba, que ya no es capaz de defender ni el que fuese su principal
impulsar, el Presidente de los Estado Unidos de Norteamerica. Esta
necesidad, un año más, volvió a hacerse patente en la Asamblea de
Naciones Unidas donde 191 votaron a su favor, en octubre del pasado año.
Así mismo, exigimos la necesidad, junto a la retirada del bloqueo, de
establecer mecanismos de compensación económica y moral para con el
pueblo y la Revolución Cubana, tras 54 años de agresión y sufrimiento
generados por esta política genocida.
Finalmente, hacemos un llamamiento para el cese total de la política
injerencista de EEUU contra Cuba, y la finalización de la oprobiosa
ocupación de una parte de la bahía de Guantánamo en el oriente cubano,
por parte de la ilegal Base Naval Norteamericana, único territorio
cubano donde no solo no se respetan los Derechos Humanos, sino que se
violan estos mismos sistemáticamente.
Sevilla, 13 de febrero de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pronto el moderador verá su comentario y si no es ofensivo, se publicará