Terminó el juego de humos y espejos… La investidura de Mariano Rajoy
con el apoyo del PSOE capitaneado por Susana Díaz, previa defenestración
del anterior Secretario General, consigue reajustar los resortes del
sistema de gobierno a las necesidades de las políticas neoliberales del
actual sistema capitalista.
Tras meses de dimes y diretes, se impone la lógica impulsada por los poderes económicos europeos que desde hace tres años venían planteando la necesidad de que en España se armara una “Gran Coalición” como la que gobierna en Alemania y que tiene como mascarón de proa a la inefable Merkel.
Esta propuesta política, hoy defendida por Felipe González, ya fue esbozada hace mucho, e incluso se propuso como solución tras los resultados de las Elecciones Generales de diciembre del año pasado, para poder acometer con garantías las terribles políticas de ajuste presupuestario que posibiliten que la senda de acumulación no se vea desacelerada ni lo más mínimo.
El sistema ha demostrado, lo que ya adelantaba Marx, con maestría en “El
18 Brumario”: los gobiernos capitalistas no son sino los aplicados
miembros de los consejos de administración al servicio de los intereses
de la oligarquía. Esto es el régimen.
Algunos se han venido empeñando en calificar la situación que atravesaba el país como una crisis de régimen, y después de gobernabilidad. Sin embargo, para un marxista, cuando el IBEX 35 obtiene las mayores ganancias de su historia; cuando el capital se acumula a más velocidad que nunca, tanto a nivel internacional (véase, como ejemplo, la unión de Monsanto y la Bayer) como a nivel nacional; cuando la depauperación de las condiciones de vida de la clase trabajadora se produce con una virulencia nunca conocida en la historia reciente; cuando los derechos sociales no son sino recuerdos de un tiempo pasado; cuando, en definitiva, se demuestra que la expresión política de los partidarios del sistema capitalista alcanzan el 78% de los escaños del Congreso de los Diputados… No se puede hablar de crisis de régimen. El régimen, como forma de gobierno de la oligarquía, goza de buena salud.
Junto con la caracterización de la crisis de régimen y crisis de gobernabilidad, se viene desarrollando en instancias del Partido un análisis de coyuntura basado en la existencia de “tres proyectos de clase”, en torno a un bloque continuista, un bloque regeneracionista y un bloque rupturista. La realidad demuestra que sólo cabe apuntarse a la reforma del régimen en su vertiente autoritaria y reaccionaria (incluso legitimada desde la participación de parte de “la izquierda”), o a la acumulación de contrapoder para la ruptura con el régimen y la apuesta por la revolución democrática.
Pero no es menos cierto, que para que los objetivos de la oligarquía en términos económicos y políticos se abran paso, necesitan negar las posibilidades de desarrollo del pueblo en condiciones de dignidad. No estamos ante una crisis, siquiera cíclica del capitalismo, estamos ante nuevas (y feroces) condiciones de explotación del sistema capitalista. Tan brutales que precisan ejercer un férreo corsé sobre el pueblo y su potencial rebeldía, anulando cualquier atisbo de legalidad de contenido igualitario, y, como ya advertimos en su momento, sustituyendo el estado social por un estado penal.
Desde planteamientos negadores de la lucha de clases y de su existencia en términos de conflicto vivo y real, se pudo soñar con la reedición de tibios pactos políticos que trataran de contemporizar con el capitalismo, no habiendo aprendido de lo sucedido en Grecia con el experimento de SYRIZA. Algunos vinieron a pregonar una SYRIZA a la española, pero el sistema (el régimen) no está para desaprovechar tiempos y recursos, y han preferido implementar la vía rápida de aplicación acelerada de las políticas más salvajes… Como las que han permitido devaluar la masa salarial bruta del país en cinco años en más de un 40 %.
El ataque al sistema público de servicios sociales fue tremendo en los años pasados, al socaire de tener que reajustar presupuestos en cantidades siguiendo las consignas de la troika europea, pero es que hoy se van a ver centuplicadas… Cuando en la Primera Fase del Congreso del PCE defendimos, y ganamos, que dentro de la UE y del Euro no había futuro para el pueblo español era porque entendíamos que la adecuación de España al contexto imperialista europeo sacrifica cualquier desarrollo soberano de los pueblos al único interés de la oligarquía central europea.
En ese contexto, en el que a España no hace falta que la Troika mande
“hombres de negro” a intervenir la economía, porque ya los tenemos aquí
aplicando convenientemente lo que haga falta, no podemos caer en el
error de “pinchar con alfileres, lo que merece ser derribado a
martillazos”. La socialdemocracia, de paso, entra ya en su bancarrota,
moral, ideológica y política definitiva. El sistema se encargará de
tratar de regenerarla, de invertir lo que haga falta en políticas de
maquillaje a través de la inmensa maquinaria ideológica con la que
cuentan los mass media, pero para amplias capas populares ya ha quedado
claro qué se puede esperar de estos mercachifles del No es No… a la
OTAN, a la monarquía, a Rajoy, etc. En cualquier caso, el régimen
necesitará resolver en el medio plazo cómo reconfigura una opción con
apariencia “de izquierdas”, no rupturista y que no cuestione el propio
régimen.
Agotado, definitivamente, el ciclo electoral y cualquier juego ilusorio de elucubraciones de corte institucional, queda seguir apostando por luchar, crear, poder popular. Ha sido el lema de las últimas movilizaciones que hemos venido desarrollando: desde la plataforma unitaria que son las Marchas de la Dignidad, en junio; en julio, en el OBAMA GO HOME; en las movilizaciones por la escuela pública de agosto y septiembre; en la defensa de la Sanidad Pública en la Sierra Sur; en la necesidad de recuperar la tierra para la producción, empezando por las fincas públicas; en las movilizaciones contra el TTIP y el CETA, y en las que están por venir.
Hay que reconocer el buen trabajo político de los camaradas que están dedicados a los frentes unitarios de movilización, que no sólo han conseguido implicar a cada vez más estructuras del Partido en las movilizaciones y las estructuras de coordinación unitarias, sino que han sido capaces de ser coherentes con el planteamiento de base de que no habrá dignidad sin República; que no es posible garantizar el Pan, el Trabajo y el Techo sin una ruptura democrática que nos lleve a la III República… Y que nos han llevado al Encuentro Andaluz Republicano que ha superado ampliamente las expectativas iniciales con las que nos sumamos a ese proyecto.
También es de destacar el trabajo hecho por los camaradas en el frente institucional, poniendo a nuestros cargos públicos (concejales, diputados provinciales, autonómico y estatal) al servicio de la movilización, y ganándose en la misma el reconocimiento de los activistas y de la gente presente en el conflicto.
Frente a los que puedan estar preocupados por una posible paradoja a darse entre estar en el conflicto o ser parte del conflicto, nos hemos insertado en la movilización, como uno más, sin ansías de copar protagonismo, pero sin negar nuestra visibilidad, porque creemos que es el camino correcto de pelear por lo que se llamaba hegemonía.
En el camino de construcción de poder popular para hacer frente a la involución económica, política y social en la que estamos inmersos, la herramienta básica es la movilización. La más amplia, profunda y unitaria que pueda darse: porque la movilización educa a las masas, irradia conciencia de clase, y genera los mecanismos alternativos de poder político. Pero la movilización debe ser un espacio donde demos la lucha ideológica, porque la acción por sí misma, sin criterios rectores, genera frustración.
La movilización no se decreta, ni tampoco se imita. La movilización
se organiza. El Partido no tiene que inventarse actividades de supuesto
cariz movilizador, y menos, si sólo tienen como justificación cumplir
con una hoja de ruta interna en campañas propias que no trascienden ni
se conectan con la realidad. El Partido orienta la movilización desde la
personación directa en el conflicto, el apoyo de todo tipo a las
primeras propuestas que alienten a las restantes y dando el debate sobre
nuestros puntos de vistas, a partir de nuestro concreto análisis de la
realidad.
Apostamos por continuar profundizando nuestra participación en las
plataformas unitarias de acción, volcando en ellas las experiencias
parciales de respuesta de sectores concretos y trabajar por lograr en el
menor tiempo posible una gran movilización de carácter estatal como
preludio de una Huelga General.
La lucha de clases, hoy, requiere de un Partido Comunista de combate, que sepa manejar las distintas formas de lucha y combinarlas en pos de la estrategia global, y es por eso indispensable abordar de forma urgente la Segunda Fase del Congreso del PCE. La política, en las grandes líneas fundamentales ha sido descrita y aprobada por la Primera Fase. Ahora, es necesario dotarnos de los acuerdos organizativos para implementarlos y de los equipos de dirección que en sintonía con lo aprobado, puedan ejecutarlo.
En este sentido, y ante la decisión del último pleno del Comité
Federal del PCE de aprobar abrir el proceso congresual de la segunda
fase, pero sin establecer la fecha de celebración del Congreso,
entendemos que desde los distintos niveles del Partido se tiene que
reclamar que se celebre lo antes posible, y sin ir más allá del mes de
junio de 2017.
Y ello es así, porque hay que tener en cuenta que las tesis de coyuntura aprobadas en la primera fase han quedado superadas y desbordadas por la tozuda realidad. Sin embargo, las tesis ampliamente apoyadas por las delegadas y los delegados del Congreso, de carácter estratégico, cobran más relevancia que nunca. Así, la identificación del entramado imperialista europeo, que nos lleva a reclamar la salida de la UE y del Euro, la apuesta por la construcción de unidad popular en un proceso de acumulación de fuerzas para la revolución democrática contra la autocracia, la apuesta por la ruptura democrática y la República, etc.… han de marcar los objetivos de nuestra acción política.
En este sentido, la realización del Encuentro de Agrupaciones, el pasado 29 de octubre, no ha cumplido las expectativas sobre la concreción de los acuerdos de la primera fase del Congreso.
Además, deberíamos marcarnos como objetivo político de la segunda
fase del Congreso la construcción de un concepto popular de Patria. Un
concepto, que a partir de nuestra orientación internacionalista de
clase, nos permita armar en lo ideológico y lo político el proyecto de
defensa de la soberanía popular que confronte contra una supuesta
soberanía nacional de raíces burguesas y que se pliega ante los
intereses de dominación imperialistas. La patria española, la República
democrática de los trabajadores de toda condición, federal y socialista,
fue defendida en los campos de batalla españoles hace 80 años. No basta
con rendir homenaje a los héroes antifascistas, hay que recuperar la
bandera y la esencia de esa lucha y volver a unir a la clase obrera en
torno al objetivo común de construir y pelear por lo que es de todos y
para todos. En este sentido, y en consonancia con el debate sobre el
concepto de Patria, hay que situar el papel del desarrollo federal del
modelo de país, y el papel de Andalucía en el mismo. Desde el Partido
abordaremos como tarea la constitución de una “Red de Municipios por el 4
de diciembre”, que será presentada el próximo 5 de diciembre en La Roda
de Andalucía a partir de un documento descriptivo de la realidad
andaluza y de las necesidades de nuestra tierra.
Antes de abordar las tareas priorizadas de nuestro trabajo político,
hay que detenerse a valorar cinco hechos sucedidos en el plano
internacional:
a) La batalla contra el bloqueo a Cuba ha vivido un triunfo rotundo
al ser la primera vez en la historia que en la votación desarrollada en
sede de las NNUU no se ha registrado ni un solo voto en contra de la
propuesta cubana. En esta última campaña contra el bloqueo hemos
desarrollado, modestamente, un buen número de actos de divulgación, como
muestra de nuestra adhesión inquebrantable a la defensa de la
Revolución Socialista en Cuba. Consideramos, porque así nos lo han
reconocido, que este triunfo también es nuestro y debemos reflexionar
para ver cómo se extiende, con los instrumentos más eficaces posibles de
coordinación, el trabajo político e ideológico de solidaridad con Cuba.
b) El resultado del referéndum en Colombia ha sido una clara
frustración para los que desde siempre nos hemos vinculado a la
necesidad de trabajar por la PAZ. El camino que continúa realizando el
equipo de las FARC debe estar presente en nuestro trabajo, y por eso nos
emplazamos a celebrar una jornada específica sobre esta cuestión. Así
como saludamos y seguiremos el proceso de movilización popular a favor
de seguir construyendo la Paz que recorre Colombia en forma de masivas
manifestaciones populares.
c) Los últimos acontecimientos vividos en los territorios liberados
de la RASD, con provocaciones militares e incursiones de las tropas
marroquíes deben hacernos estar en alerta respecto a lo que pueda
ocurrir. Junto al resto del movimiento de solidaridad con el pueblo
Saharaui debemos estar prestos a responder a cualquier nuevo intento de
agresión, así como a reclamar y apoyar al nuevo gobierno Saharaui para
hacer posible el proyecto de independencia.
d) El recrudecimiento de las intentonas golpistas por parte de la
oligarquía venezolana y el imperialismo, cristalizado en iniciativas
como “la toma”, o el intento de asalto a la Asamblea Nacional
venezolana, representa una nueva ofensiva contra la Revolución
Bolivariana y los gobiernos de progreso en América Latina, que debe
responderse desde los valores de la solidaridad internacional y
antiimperialista.
e) Una nueva oleada de apoyo al terrorismo islamista en Siria por
parte de las fuerzas del imperialismo de EEUU, UE, Arabia Saudí y
Turquía fundamentalmente, que pretende derrocar al legítimo gobierno
laico y progresista de Bashar al Asad, por motivos geoestratégicos y de
control de recursos, para sustituirlo por un gobierno dirigido por
sectas religiosas y solícitos a los intereses de la oligarquía
internacional.
Con las premisas anteriores, y partiendo del análisis y valoración
detallada del trabajo de estos meses, procederemos a la convocatoria del
Comité Provincial del Partido para desarrollar las siguientes líneas
prioritarias de trabajo e intervención:
1. Fortalecimiento del trabajo unitario y de la movilización social.
Desde las plataformas unitarias en las que participamos, destacando
nuestra implicación en las Marchas de la Dignidad, se prestará especial
atención a la agenda de movilizaciones planteadas, empezando por la
próxima convocatoria prevista para el 19 de noviembre, en respuesta a la
constitución del gobierno del régimen, y en defensa del Pan, Trabajo y
Techo, y que se verá precedida de una asamblea provincial prevista para
el 12 de noviembre. Igualmente, se garantizará la máxima participación
en la movilización en defensa de Doñana convocada el próximo 26 de
noviembre. Con posterioridad, seguiremos trabajando para lograr la
movilización unitaria y general, a la que más arriba hemos aludido.
Además, hay que estar atentos y seguir apoyando la génesis de
movimientos como la marea blanca en defensa de la sanidad pública, que
se da en nuestra provincia, y la aparición de la marea verde en defensa
de la escuela pública. Estas iniciativas deben confluir en lo que hoy es
un referente, que si no existiera, habría que crear.
2. Desarrollo de los acuerdos alcanzados en el I Encuentro Andaluz
Republicano. Sin un proyecto político alternativo que sitúe el objetivo
de la ruptura democrática no será posible avanzar. La experiencia, que
sale de las plataformas unitarias de Málaga y Sevilla, debe continuar y
fortalecerse y a eso dedicaremos trabajo y esfuerzo, tras reconocer el
impasse en el que se encuentra la JER.
3. Vinculación de nuestros cargos públicos a las campañas de
movilización a desarrollar y apoyo a sus tareas. El gran trabajo que se
viene realizando, debe seguir contando con nuestro apoyo. Desde nuestros
órganos ejecutivos debemos valorar cómo seguir prestando apoyo
logístico para que la vinculación de la tarea institucional a nuestra
acción política pueda multiplicar sus efectos.
4. Impulso a las tareas del Centenario de la GRSO. El próximo año
conmemoraremos el centenario de la Revolución Bolchevique, de la que
somos hijos. Nuestro objetivo debe ser que este trabajo nos permita
divulgar la vigencia de los planteamientos que permitieron construir el
primer estado obrero de la Historia. Pero tenemos un reto añadido,
tratar de unir al máximo de comunistas posibles en esta campaña. A
partir de lo expuesto, se ha constituido una comisión de trabajo sobre
el Centenario. Esta Comisión desarrollará propuestas de trabajo y acción
dirigidas al conjunto de las Agrupaciones del Partido, y estará abierta
a la participación de los camaradas que estén interesados en aportar
propuestas de trabajo o colaborar con las que se vayan desarrollando. Y
al mismo tiempo, trataremos de participar junto con otros en Comités
Unitarios del Centenario de la Revolución Bolchevique que estén
interesados en participar en participar tanto en las acciones previstas
para el verano de 2017 como las que se lleven a cabo en
octubre-noviembre.
5. Retomar el trabajo de base en las tres propuestas de intervención
sectorial que hasta ahora habíamos destacado: Stop Desahucios, RSP y
MDM, así como con el trabajo dentro del movimiento obrero.
En este sentido, planteamos la posibilidad de convocar comisiones
específicas de trabajo coincidiendo con la celebración de la próxima
sesión del Comité Provincial, a desarrollar entre noviembre y diciembre a
jornada completa. En este sentido, las respectivas secretarías de la
dirección provincial deberán reunirse con anterioridad para preparar
dichas comisiones.
En cualquier caso, insistimos en la necesidad de vincular cualquier
plan de trabajo y el desarrollo de cualquier línea de intervención a la
celebración de la segunda fase del Congreso del Partido. Sin ésta, lo
demás pierde su sentido.
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