martes, 15 de noviembre de 2016

RESOLUCIÓN POLÍTICA DE LA COMISIÓN EJECUTIVA PROV. DE SEVILLA DEL PCA 6 DE NOVIEMBRE DE 2016

Comité Ejecutivo Provincial PCA-Sevilla.-

Terminó el juego de humos y espejos… La investidura de Mariano Rajoy con el apoyo del PSOE capitaneado por Susana Díaz, previa defenestración del anterior Secretario General, consigue reajustar los resortes del sistema de gobierno a las necesidades de las políticas neoliberales del actual sistema capitalista.

Tras meses de dimes y diretes, se impone la lógica impulsada por los poderes económicos europeos que desde hace tres años venían planteando la necesidad de que en España se armara una “Gran Coalición” como la que gobierna en Alemania y que tiene como mascarón de proa a la inefable Merkel.

Esta propuesta política, hoy defendida por Felipe González, ya fue esbozada hace mucho, e incluso se propuso como solución tras los resultados de las Elecciones Generales de diciembre del año pasado, para poder acometer con garantías las terribles políticas de ajuste presupuestario que posibiliten que la senda de acumulación no se vea desacelerada ni lo más mínimo.

El sistema ha demostrado, lo que ya adelantaba Marx, con maestría en “El 18 Brumario”: los gobiernos capitalistas no son sino los aplicados miembros de los consejos de administración al servicio de los intereses de la oligarquía. Esto es el régimen.

Algunos se han venido empeñando en calificar la situación que atravesaba el país como una crisis de régimen, y después de gobernabilidad. Sin embargo, para un marxista, cuando el IBEX 35 obtiene las mayores ganancias de su historia; cuando el capital se acumula a más velocidad que nunca, tanto a nivel internacional (véase, como ejemplo, la unión de Monsanto y la Bayer) como a nivel nacional; cuando la depauperación de las condiciones de vida de la clase trabajadora se produce con una virulencia nunca conocida en la historia reciente; cuando los derechos sociales no son sino recuerdos de un tiempo pasado; cuando, en definitiva, se demuestra que la expresión política de los partidarios del sistema capitalista alcanzan el 78% de los escaños del Congreso de los Diputados… No se puede hablar de crisis de régimen. El régimen, como forma de gobierno de la oligarquía, goza de buena salud.

Junto con la caracterización de la crisis de régimen y crisis de gobernabilidad, se viene desarrollando en instancias del Partido un análisis de coyuntura basado en la existencia de “tres proyectos de clase”, en torno a un bloque continuista, un bloque regeneracionista y un bloque rupturista. La realidad demuestra que sólo cabe apuntarse a la reforma del régimen en su vertiente autoritaria y reaccionaria (incluso legitimada desde la participación de parte de “la izquierda”), o a la acumulación de contrapoder para la ruptura con el régimen y la apuesta por la revolución democrática.

Pero no es menos cierto, que para que los objetivos de la oligarquía en términos económicos y políticos se abran paso, necesitan negar las posibilidades de desarrollo del pueblo en condiciones de dignidad. No estamos ante una crisis, siquiera cíclica del capitalismo, estamos ante nuevas (y feroces) condiciones de explotación del sistema capitalista. Tan brutales que precisan ejercer un férreo corsé sobre el pueblo y su potencial rebeldía, anulando cualquier atisbo de legalidad de contenido igualitario, y, como ya advertimos en su momento, sustituyendo el estado social por un estado penal.

Desde planteamientos negadores de la lucha de clases y de su existencia en términos de conflicto vivo y real, se pudo soñar con la reedición de tibios pactos políticos que trataran de contemporizar con el capitalismo, no habiendo aprendido de lo sucedido en Grecia con el experimento de SYRIZA. Algunos vinieron a pregonar una SYRIZA a la española, pero el sistema (el régimen) no está para desaprovechar tiempos y recursos, y han preferido implementar la vía rápida de aplicación acelerada de las políticas más salvajes… Como las que han permitido devaluar la masa salarial bruta del país en cinco años en más de un 40 %.

El ataque al sistema público de servicios sociales fue tremendo en los años pasados, al socaire de tener que reajustar presupuestos en cantidades siguiendo las consignas de la troika europea, pero es que hoy se van a ver centuplicadas… Cuando en la Primera Fase del Congreso del PCE defendimos, y ganamos, que dentro de la UE y del Euro no había futuro para el pueblo español era porque entendíamos que la adecuación de España al contexto imperialista europeo sacrifica cualquier desarrollo soberano de los pueblos al único interés de la oligarquía central europea.
 
En ese contexto, en el que a España no hace falta que la Troika mande “hombres de negro” a intervenir la economía, porque ya los tenemos aquí aplicando convenientemente lo que haga falta, no podemos caer en el error de “pinchar con alfileres, lo que merece ser derribado a martillazos”. La socialdemocracia, de paso, entra ya en su bancarrota, moral, ideológica y política definitiva. El sistema se encargará de tratar de regenerarla, de invertir lo que haga falta en políticas de maquillaje a través de la inmensa maquinaria ideológica con la que cuentan los mass media, pero para amplias capas populares ya ha quedado claro qué se puede esperar de estos mercachifles del No es No… a la OTAN, a la monarquía, a Rajoy, etc. En cualquier caso, el régimen necesitará resolver en el medio plazo cómo reconfigura una opción con apariencia “de izquierdas”, no rupturista y que no cuestione el propio régimen.

Agotado, definitivamente, el ciclo electoral y cualquier juego ilusorio de elucubraciones de corte institucional, queda seguir apostando por luchar, crear, poder popular. Ha sido el lema de las últimas movilizaciones que hemos venido desarrollando: desde la plataforma unitaria que son las Marchas de la Dignidad, en junio; en julio, en el OBAMA GO HOME; en las movilizaciones por la escuela pública de agosto y septiembre; en la defensa de la Sanidad Pública en la Sierra Sur; en la necesidad de recuperar la tierra para la producción, empezando por las fincas públicas; en las movilizaciones contra el TTIP y el CETA, y en las que están por venir.

Hay que reconocer el buen trabajo político de los camaradas que están dedicados a los frentes unitarios de movilización, que no sólo han conseguido implicar a cada vez más estructuras del Partido en las movilizaciones y las estructuras de coordinación unitarias, sino que han sido capaces de ser coherentes con el planteamiento de base de que no habrá dignidad sin República; que no es posible garantizar el Pan, el Trabajo y el Techo sin una ruptura democrática que nos lleve a la III República… Y que nos han llevado al Encuentro Andaluz Republicano que ha superado ampliamente las expectativas iniciales con las que nos sumamos a ese proyecto.

También es de destacar el trabajo hecho por los camaradas en el frente institucional, poniendo a nuestros cargos públicos (concejales, diputados provinciales, autonómico y estatal) al servicio de la movilización, y ganándose en la misma el reconocimiento de los activistas y de la gente presente en el conflicto.

Frente a los que puedan estar preocupados por una posible paradoja a darse entre estar en el conflicto o ser parte del conflicto, nos hemos insertado en la movilización, como uno más, sin ansías de copar protagonismo, pero sin negar nuestra visibilidad, porque creemos que es el camino correcto de pelear por lo que se llamaba hegemonía.

En el camino de construcción de poder popular para hacer frente a la involución económica, política y social en la que estamos inmersos, la herramienta básica es la movilización. La más amplia, profunda y unitaria que pueda darse: porque la movilización educa a las masas, irradia conciencia de clase, y genera los mecanismos alternativos de poder político. Pero la movilización debe ser un espacio donde demos la lucha ideológica, porque la acción por sí misma, sin criterios rectores, genera frustración.

La movilización no se decreta, ni tampoco se imita. La movilización se organiza. El Partido no tiene que inventarse actividades de supuesto cariz movilizador, y menos, si sólo tienen como justificación cumplir con una hoja de ruta interna en campañas propias que no trascienden ni se conectan con la realidad. El Partido orienta la movilización desde la personación directa en el conflicto, el apoyo de todo tipo a las primeras propuestas que alienten a las restantes y dando el debate sobre nuestros puntos de vistas, a partir de nuestro concreto análisis de la realidad.

Apostamos por continuar profundizando nuestra participación en las plataformas unitarias de acción, volcando en ellas las experiencias parciales de respuesta de sectores concretos y trabajar por lograr en el menor tiempo posible una gran movilización de carácter estatal como preludio de una Huelga General.

La lucha de clases, hoy, requiere de un Partido Comunista de combate, que sepa manejar las distintas formas de lucha y combinarlas en pos de la estrategia global, y es por eso indispensable abordar de forma urgente la Segunda Fase del Congreso del PCE. La política, en las grandes líneas fundamentales ha sido descrita y aprobada por la Primera Fase. Ahora, es necesario dotarnos de los acuerdos organizativos para implementarlos y de los equipos de dirección que en sintonía con lo aprobado, puedan ejecutarlo.

En este sentido, y ante la decisión del último pleno del Comité Federal del PCE de aprobar abrir el proceso congresual de la segunda fase, pero sin establecer la fecha de celebración del Congreso, entendemos que desde los distintos niveles del Partido se tiene que reclamar que se celebre lo antes posible, y sin ir más allá del mes de junio de 2017.

Y ello es así, porque hay que tener en cuenta que las tesis de coyuntura aprobadas en la primera fase han quedado superadas y desbordadas por la tozuda realidad. Sin embargo, las tesis ampliamente apoyadas por las delegadas y los delegados del Congreso, de carácter estratégico, cobran más relevancia que nunca. Así, la identificación del entramado imperialista europeo, que nos lleva a reclamar la salida de la UE y del Euro, la apuesta por la construcción de unidad popular en un proceso de acumulación de fuerzas para la revolución democrática contra la autocracia, la apuesta por la ruptura democrática y la República, etc.… han de marcar los objetivos de nuestra acción política.

En este sentido, la realización del Encuentro de Agrupaciones, el pasado 29 de octubre, no ha cumplido las expectativas sobre la concreción de los acuerdos de la primera fase del Congreso.

Además, deberíamos marcarnos como objetivo político de la segunda fase del Congreso la construcción de un concepto popular de Patria. Un concepto, que a partir de nuestra orientación internacionalista de clase, nos permita armar en lo ideológico y lo político el proyecto de defensa de la soberanía popular que confronte contra una supuesta soberanía nacional de raíces burguesas y que se pliega ante los intereses de dominación imperialistas. La patria española, la República democrática de los trabajadores de toda condición, federal y socialista, fue defendida en los campos de batalla españoles hace 80 años. No basta con rendir homenaje a los héroes antifascistas, hay que recuperar la bandera y la esencia de esa lucha y volver a unir a la clase obrera en torno al objetivo común de construir y pelear por lo que es de todos y para todos. En este sentido, y en consonancia con el debate sobre el concepto de Patria, hay que situar el papel del desarrollo federal del modelo de país, y el papel de Andalucía en el mismo. Desde el Partido abordaremos como tarea la constitución de una “Red de Municipios por el 4 de diciembre”, que será presentada el próximo 5 de diciembre en La Roda de Andalucía a partir de un documento descriptivo de la realidad andaluza y de las necesidades de nuestra tierra.

Antes de abordar las tareas priorizadas de nuestro trabajo político, hay que detenerse a valorar cinco hechos sucedidos en el plano internacional:
a) La batalla contra el bloqueo a Cuba ha vivido un triunfo rotundo al ser la primera vez en la historia que en la votación desarrollada en sede de las NNUU no se ha registrado ni un solo voto en contra de la propuesta cubana. En esta última campaña contra el bloqueo hemos desarrollado, modestamente, un buen número de actos de divulgación, como muestra de nuestra adhesión inquebrantable a la defensa de la Revolución Socialista en Cuba. Consideramos, porque así nos lo han reconocido, que este triunfo también es nuestro y debemos reflexionar para ver cómo se extiende, con los instrumentos más eficaces posibles de coordinación, el trabajo político e ideológico de solidaridad con Cuba.
b) El resultado del referéndum en Colombia ha sido una clara frustración para los que desde siempre nos hemos vinculado a la necesidad de trabajar por la PAZ. El camino que continúa realizando el equipo de las FARC debe estar presente en nuestro trabajo, y por eso nos emplazamos a celebrar una jornada específica sobre esta cuestión. Así como saludamos y seguiremos el proceso de movilización popular a favor de seguir construyendo la Paz que recorre Colombia en forma de masivas manifestaciones populares.
c) Los últimos acontecimientos vividos en los territorios liberados de la RASD, con provocaciones militares e incursiones de las tropas marroquíes deben hacernos estar en alerta respecto a lo que pueda ocurrir. Junto al resto del movimiento de solidaridad con el pueblo Saharaui debemos estar prestos a responder a cualquier nuevo intento de agresión, así como a reclamar y apoyar al nuevo gobierno Saharaui para hacer posible el proyecto de independencia.
d) El recrudecimiento de las intentonas golpistas por parte de la oligarquía venezolana y el imperialismo, cristalizado en iniciativas como “la toma”, o el intento de asalto a la Asamblea Nacional venezolana, representa una nueva ofensiva contra la Revolución Bolivariana y los gobiernos de progreso en América Latina, que debe responderse desde los valores de la solidaridad internacional y antiimperialista.
e) Una nueva oleada de apoyo al terrorismo islamista en Siria por parte de las fuerzas del imperialismo de EEUU, UE, Arabia Saudí y Turquía fundamentalmente, que pretende derrocar al legítimo gobierno laico y progresista de Bashar al Asad, por motivos geoestratégicos y de control de recursos, para sustituirlo por un gobierno dirigido por sectas religiosas y solícitos a los intereses de la oligarquía internacional.

Con las premisas anteriores, y partiendo del análisis y valoración detallada del trabajo de estos meses, procederemos a la convocatoria del Comité Provincial del Partido para desarrollar las siguientes líneas prioritarias de trabajo e intervención:
1. Fortalecimiento del trabajo unitario y de la movilización social. Desde las plataformas unitarias en las que participamos, destacando nuestra implicación en las Marchas de la Dignidad, se prestará especial atención a la agenda de movilizaciones planteadas, empezando por la próxima convocatoria prevista para el 19 de noviembre, en respuesta a la constitución del gobierno del régimen, y en defensa del Pan, Trabajo y Techo, y que se verá precedida de una asamblea provincial prevista para el 12 de noviembre. Igualmente, se garantizará la máxima participación en la movilización en defensa de Doñana convocada el próximo 26 de noviembre. Con posterioridad, seguiremos trabajando para lograr la movilización unitaria y general, a la que más arriba hemos aludido. Además, hay que estar atentos y seguir apoyando la génesis de movimientos como la marea blanca en defensa de la sanidad pública, que se da en nuestra provincia, y la aparición de la marea verde en defensa de la escuela pública. Estas iniciativas deben confluir en lo que hoy es un referente, que si no existiera, habría que crear.
2. Desarrollo de los acuerdos alcanzados en el I Encuentro Andaluz Republicano. Sin un proyecto político alternativo que sitúe el objetivo de la ruptura democrática no será posible avanzar. La experiencia, que sale de las plataformas unitarias de Málaga y Sevilla, debe continuar y fortalecerse y a eso dedicaremos trabajo y esfuerzo, tras reconocer el impasse en el que se encuentra la JER.
3. Vinculación de nuestros cargos públicos a las campañas de movilización a desarrollar y apoyo a sus tareas. El gran trabajo que se viene realizando, debe seguir contando con nuestro apoyo. Desde nuestros órganos ejecutivos debemos valorar cómo seguir prestando apoyo logístico para que la vinculación de la tarea institucional a nuestra acción política pueda multiplicar sus efectos.
4. Impulso a las tareas del Centenario de la GRSO. El próximo año conmemoraremos el centenario de la Revolución Bolchevique, de la que somos hijos. Nuestro objetivo debe ser que este trabajo nos permita divulgar la vigencia de los planteamientos que permitieron construir el primer estado obrero de la Historia. Pero tenemos un reto añadido, tratar de unir al máximo de comunistas posibles en esta campaña. A partir de lo expuesto, se ha constituido una comisión de trabajo sobre el Centenario. Esta Comisión desarrollará propuestas de trabajo y acción dirigidas al conjunto de las Agrupaciones del Partido, y estará abierta a la participación de los camaradas que estén interesados en aportar propuestas de trabajo o colaborar con las que se vayan desarrollando. Y al mismo tiempo, trataremos de participar junto con otros en Comités Unitarios del Centenario de la Revolución Bolchevique que estén interesados en participar en participar tanto en las acciones previstas para el verano de 2017 como las que se lleven a cabo en octubre-noviembre.
5. Retomar el trabajo de base en las tres propuestas de intervención sectorial que hasta ahora habíamos destacado: Stop Desahucios, RSP y MDM, así como con el trabajo dentro del movimiento obrero.

En este sentido, planteamos la posibilidad de convocar comisiones específicas de trabajo coincidiendo con la celebración de la próxima sesión del Comité Provincial, a desarrollar entre noviembre y diciembre a jornada completa. En este sentido, las respectivas secretarías de la dirección provincial deberán reunirse con anterioridad para preparar dichas comisiones.

En cualquier caso, insistimos en la necesidad de vincular cualquier plan de trabajo y el desarrollo de cualquier línea de intervención a la celebración de la segunda fase del Congreso del Partido. Sin ésta, lo demás pierde su sentido.

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