Terminó el juego de humos y espejos… La investidura de Mariano Rajoy
con el apoyo del PSOE capitaneado por Susana Díaz, previa defenestración
del anterior Secretario General, consigue reajustar los resortes del
sistema de gobierno a las necesidades de las políticas neoliberales del
actual sistema capitalista.
Tras meses de dimes y diretes, se impone la lógica impulsada por los poderes económicos europeos que desde hace tres años venían planteando la necesidad de que en España se armara una “Gran Coalición” como la que gobierna en Alemania y que tiene como mascarón de proa a la inefable Merkel.
Esta propuesta política, hoy defendida por Felipe González, ya fue esbozada hace mucho, e incluso se propuso como solución tras los resultados de las Elecciones Generales de diciembre del año pasado, para poder acometer con garantías las terribles políticas de ajuste presupuestario que posibiliten que la senda de acumulación no se vea desacelerada ni lo más mínimo.